Este descubrimiento fue el del “hombre de Pekín” entre los años 1921 y 1937 Este fue encontrado al suroeste de Pekín, en una cueva de la localidad de Zhoukoudian Los restos datan de hace entre 500 000 y 250 000 años. Es especialmente popular porque en el momento de su descubrimiento fue considerado el primer "eslabón perdido" que justificaba la teoría de la evolución.
Durante años los habitantes de la zona vendían a los extranjeros todo tipo de dientes de aspecto extraño o antiguo, pretendiendo que eran dientes de dragón; uno de estos dientes fue a dar a manos de un científico sueco, quien, al estudiarlo, lo reconoció como perteneciente a un mamífero extinto.
Después de varios estudios se pudo establecer que eran originarios de una cueva de Pekín. De acuerdo con el relato posterior de Otto Zdansky, que trabajaba para el geólogo Gohan Anderson, un habitante de la zona llevó a los arqueólogos hasta lo que hoy en día se conoce como la Colina del Hueso del Dragón, un lugar lleno de huesos fosilizados.
Zdansky comenzó su propia excavación y finalmente encontró huesos que parecían molares humanos. En 1926 los llevó a la Facultad de Medicina de Pekín, donde el anatomista Davidson Black los analizó. Posteriormente, publicaría su descubrimiento en la revista Nature, con el nombre de Sinanthropus pekinensis (hombre chino de Pekín).
Sin embargo, después de varios estudios realizados por Steve Weirner se estableció que el hombre de Pekín no era cazador, sino carroñero y concluyeron que no había pruebas de que hubiera utilizado el fuego. ¿Crees en la evolución
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