Pero cuando se corrió la voz de que una popular aplicación para smartphones llamada Waze enviaba muchos de esos coches a sus barrios con la finalidad de ahorrarse cinco minutos de trayecto en hora pico, se enojaron y prepararon para luchar.
Trataron de vencer a la app inventando choques o reportando tráfico en sus calles. Pero meses después, los vehículos siguen ahí.
"El tráfico es insoportable ahora. Ni siquiera se puede pasear al perro", dice Paula Hamilton, quien vive en una pequeña calle en Sherman Oaks, en Los Ángeles.
El pequeño y sinuoso camino que asciende hasta las laderas que alejaba el tráfico de Valle de San Fernando, ahora está lleno de lunes a viernes con un esmog, ruido y un auto tras otro, casi igual que la autopista Interestatal 405.
Joann Killeen, vecina de la zona, dice que recorrer 6,4 kilómetros (4 millas) hasta la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), donde imparte una clase de relaciones públicas, puede tomarle hasta dos horas durante las horas pico. "Las calles en el lado oeste ya no son un secreto para los locales y la gente está enojada", dijo.
Eso es porque no puede engañarse a la aplicación, según la portavoz de Waze, Julie Mossler.
"Con millones de usuarios en Los Ángeles, los reportes de tráfico falsos no logran nada porque van a ser negados por las próximos 10 personas que conduzcan por la calle usando Waze pasivamente", explicó la vocera.
Muchos residentes ya se han quejado a las autoridades locales.
El problema más grande es que todo el mundo usa apps estos días y van a encontrar rápidamente todos los atajos que hay, reconoce Bruce Gillman, portavoz del Departamento de Transporte Los Ángeles.
"Me declaro culpable de eso", señaló Richard Close, quien es presidente de la Asociación de Propietarios de Sherman Oaks, la cual representa el barrio de Hamilton.
Close usa la aplicación para encontrar la ruta más rápida a su oficina en Santa Mónica. La misma Killeen admite que utiliza Waze y también Sigalert.com para moverse por la ciudad.