El FBI dijo en un comunicado que tiene pruebas suficientes para concluir que el régimen de Pyongyang estuvo detrás de la incursión de represalia, que dio lugar a la divulgación de decenas de miles de correos electrónicos y otros materiales.
"Las acciones de Corea del Norte tenían la intención de infligir un daño importante contra un negocio en Estados Unidos y suprimir el derecho de los ciudadanos estadounidenses a expresarse. Tales actos de intimidación quedan fuera de los límites del comportamiento aceptable entre Estados", dijo el comunicado.
La declaración del FBI citó, entre otros factores, las similitudes técnicas entre el ciberataque contra Sony y la "actividad cibernética maliciosa" previa que fue vinculada directamente con Corea del Norte, que incluyó un ciberataque contra bancos y medios de comunicación surcoreanos.
Se esperaba que el presidente Barack Obama responda preguntas sobre el ciberataque contra Sony durante una conferencia de prensa de fin de año el viernes más tarde.
Al hackeo se sumaron amenazas terroristas contra los cinéfilos que acudieran a las salas de cine de Estados Unidos para ver la película "La Entrevista", lo que motivó a Sony a cancelar esta semana la exhibición esta Navidad. La película, una comedia protagonizada por Seth Rogen y James Franco, trata de un complot ficticio para asesinar al presidente de Corea del Norte, Kim Jong Un.
Corea del Norte ha negado ser el responsable de los ataques, pero a principios de este mes el gobierno de Pyongyang se refirió a la ofensiva contra Sony Pictures Entertainment como una "obra justa". Un diplomático de Corea del Norte ante Naciones Unidas, Kim Un Chol, se negó el viernes a hacer declaraciones sobre las acusaciones del FBI.