Existen personas que no tienen respeto por la vida y consideran a un animal como un objeto más de distracción que al momento que les aburre lo tiran a la basura sin ningún remordimiento y problema. Esto fue lo que le pasó precisamente a Patrick. Su inhumano dueño lo dejó de alimentar hasta que estuvo prácticamente muerto y después lo arrojó al basurero de un edificio. Por fortuna para Patrick, el encargado de mantenimiento del edificio lo encontró aún con vida y sintió compasión por él.
SE PODÍAN VER TODOS SUS HUESOS, SUS OJOS SOBRESALÍAN DE SU CARA Y ROGABA AYUDA.
Aún los médicos del centro de atención en donde lo recibieron, no pueden entender, como pudo sobrevivir en las pésimas condiciones que se encontraba. Y como un ser humano puede ser insensible al ver el deterioro gradual de un ser viviente.
ERA PIEL Y HUESOS, UN PERRO ESQUELÉTICO.
Su dueño no habría podido regalarlo mejor a alguien que lo quisiera, en vez de abandonarlo!. Aún los perros de la calle tienen más suerte que la que tuvo Patrick con el dueño que le tocó.
LO HIDRATARON INMEDIATAMENTE, SU CASO ERA TAN SEVERO QUE LOS VETERINARIOS NO ESTABAN SEGUROS DE QUE PUDIERA SOBREVIVIR.
Pero el deseo de vivir de Patrick era más fuerte que su desnutrición. Sus ojos clamaban por una nueva oportunidad al lado de un verdadero ser humano.
Y me asombro de solo pensar que los perros son el resultado de lo que nosotros queremos hacer con ellos, pero que también, es una responsabilidad brindarles amor, protección y cariño. Quien no ha amado, no ha conocido a Dios.
POCO A POCO, SE DIO CUENTA DE QUE ESTABA EN BUENAS MANOS.
No solo los medicamentos alimentaron su cuerpo, el cariño de los doctores y voluntarios fueron alimentando su seco corazón.
LO HABÍAN TRATADO CON CRUELDAD, PERO ESO YA NO SERÍA ASÍ NUNCA MÁS PARA ÉL.
Aprendió que la relación con los seres humanos era más que maltrato y crueldad, y poco a poco fue dando su confianza a las personas que lo trataban. Sus músculos fueron teniendo la fuerza que necesitaba y sus órganos respondieron de forma excepcional.
MEJORÓ DÍA A DÍA. AUMENTÓ DE PESO, LE CRECIÓ NUEVAMENTE EL PELAJE Y COMENZÓ A RECUPERAR SU FORMA DE PERRO.
Ya emitía ladridos y movía su cola. Le encantaba que lo consintieran y salir a dar paseos en compañía de su cuidadora. Se relacionaba bien con los demás perros y era uno de los más inquietos y alegres.
AL POCO TIEMPO, ERA IRRECONOCIBLE Y SE VEÍA COMPLETAMENTE SALUDABLE.
No quedó señal en su cuerpo de aquel cachorro esquelético que un día logro una nueva oportunidad de vida, al ser encontrado a punto de morir. Al reunirse con los demás perros del centro de recuperación, parecía como si no perteneciera allí; sus ojos brillaban de alegría y de necesidad de un nuevo hogar.
PATRICK, EL PERRO MARAVILLA, ACTUANDO COMO UN PERRO DEBERÍA ACTUAR.
Una linda familia lo adoptó y lo convirtió en un miembro más. Ahora participa y goza en cada celebración de la familia. No recuerda ya su vieja vida.
GRACIAS A CADA VOLUNTARIO Y VETERINARIO QUE AYUDARON A QUE PATRICK SE RECUPERARA, SU TRANSFORMACIÓN ES INCREÍBLE.
Quizás no podamos ayudar a todos los animales que tienen necesidad en el mundo, pero si lo hacemos con uno a la vez, seguro que lograremos resultados increíbles.
También ayudamos, al generar en las personas, una conciencia de respeto por la vida, independiente que se trate de un ser humano, un animal o una planta, todos estamos en el mundo gracias a un soplo de vida y no tenemos por qué arrebatarla.
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