El útero es un órgano muscular que se contrae con fuerza para expulsar al bebé, y esas contracciones son la fuente primaria del dolor del parto. La cantidad de dolor experimenta depende de una variedad de factores, incluyendo la fuerza de sus contracciones (esto aumenta durante el parto); ya sea que posea oxitocina, que provoca contracciones más fuertes; o el tamaño del bebé y la posición en la pelvis; o también si ella se encuentra boca arriba o boca abajo (la posición ideal de nacimiento); y el tiempo que tome el parto.
Además de un intenso estrechamiento muscular a través del abdomen y, a veces también en todo el torso y el área de la pelvis; también se puede llegar a sentir presión en la espalda, el perineo, la vejiga y los intestinos. "Todo se combina para incrementar en sobre manera el dolor", dice Jay O'Brien, MD, director médico de los servicios obstétricos de hospitalización en embarazadas y recién nacidos del Hospital de Rhode Island en Providence.
Una combinación de factores genéticos y las experiencias de vida determinan el umbral del dolor, o la capacidad para soportar el dolor, y esto también juega un papel. El apoyo social (o falta de ella), el miedo, la ansiedad e incluso las historias laborales positivas o negativas que se hayan escuchado al respecto; pueden contribuir a la percepción del dolor. Es más, probablemente nunca se pueda cambiar la capacidad innata para soportar tal dolor.
Las mujeres manifiestan que el parto es el dolor más grande que se pueda llegar a experimentar, y que los hombres no serían capaces de soportar tal cosa; por otro lado los hombres manifiestan que las mujeres son muy exageradas. Para comprobarlo, dos hombres decidieron intentar experimentar el dolor humano más grande; el dolor del parto.
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